La comunidad científica y la NASA están desconcertadas por el inusual comportamiento del cometa 3I/ATLAS, un visitante interestelar que atraviesa nuestro Sistema Solar. Los últimos datos indican que el objeto está rompiendo las predicciones orbitales, llegando incluso a mostrar una aceleración y un cambio de trayectoria que desafían las explicaciones más sencillas y sugieren una actividad interna sin precedentes.
Aceleración inexplicable y desviación de ruta
El cometa 3I/ATLAS ha sido objeto de intensa vigilancia desde su descubrimiento, ya que es el tercer objeto interestelar detectado. Recientemente, telescopios como el de Keck han captado un fenómeno asombroso:
- El objeto se ha desplazado más de un millón de kilómetros por delante de su posición orbital prevista, una desviación que se traduce en una aceleración de hasta 58 km/s.
- Los expertos señalan que el cometa parece «alterar su trayectoria de forma activa», algo que nunca se había observado en la ciencia de esta forma.
Este comportamiento ha puesto a prueba los modelos de dinámica orbital. La NASA ha admitido su desconcierto, indicando que el objeto está «rompiendo las previsiones de navegación y brillo» con las que trabajaban sus equipos.
¿Una «cápsula del tiempo» desviada?
Las teorías sobre el origen y composición de 3I/ATLAS son variadas y fascinantes. Científicos españoles han descrito al cometa como una «cápsula del tiempo» primordial, lo que subraya su valor para entender la formación de otros sistemas estelares.
«Nadie sabe de dónde vino el cometa. No se puede proyectar ese tiempo hacia atrás con precisión para determinar dónde comenzó su trayectoria», afirmó David Jewitt, de la Universidad de California en Los Ángeles, líder del equipo científico de las observaciones del Hubble.
Otros hallazgos recientes incluyen:
- Observaciones del Telescopio Hubble que estiman el tamaño de su núcleo entre 320 metros y 5.6 kilómetros.
- Detecciones de un «resplandor verde» alrededor del cometa, probablemente causado por moléculas de dicarburo que brillan bajo la luz solar, ofreciendo pistas valiosas sobre su química.
Un objeto de antigüedad récord
Un dato que profundiza aún más el misterio es la posible edad avanzada de 3I/ATLAS. Indicios sugieren que el objeto podría ser el cometa más antiguo jamás observado, originado en una región de la galaxia con baja metalicidad, posiblemente el disco grueso de la Vía Láctea.
El cometa, que alcanzará su mayor acercamiento a la Tierra el 19 de diciembre de 2025 a una distancia segura (270 millones de kilómetros), continuará su viaje hacia el espacio interestelar, sin volver a ser visto. La comunidad astronómica aguarda que telescopios avanzados, como el James Webb y el Hubble, revelen más información sobre su composición y cómo reacciona a la radiación solar en las próximas semanas para descifrar este enigma cósmico.

